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Una organización sin fines de lucro en Montrose sigue promoviendo la integración y aceptación del inmigrante

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Ricardo Perez, director ejecutivo del Proyecto de Asuntos Hispanos, posa para una fotografía en las oficinas de la organización en Montrose, Colo., el miércoles, 9 de julio de 2025. Fotografía de Barton Glasser / enviado especial de The Colorado Trust

Por Nancy Lofholm

Un sábado en mayo de 2006, Ricardo Perez se llenó de orgullo parado entre más de 4,000 inmigrantes y sus partidarios en un parque de Grand Junction.

Se habían reunido instados por lo que en ese entonces era una nueva organización en Montrose llamada el Proyecto de Asuntos Hispanos (Hispanic Affairs Proyect o HAP, en inglés). Perez es su director ejecutivo, y este era el primer evento a gran escala que HAP había organizado desde su formación un año antes. Fue organizado en coordinación con millones que estaban marchando alrededor del país para protestar contra nuevas restricciones inmigratorias.

Perez se quedó sorprendido con la cantidad de personas que participaron, dijo, y asombrado con la energía que emanaba de la multitud. Los participantes se habían aparecido con banderas mexicanas, cargando carteles de la Unión de Campesinos (UFW, por sus siglas en inglés) y pósteres icónicos de Nuestra Señora de Guadalupe. Mientras marchaban por una calle principal de Grand Junction, algunos cargaban fotografías de sus ancestros que habían venido a Estados Unidos antes que ellos.

“Fue un punto de inflexión. Vimos el poder ese día”, recordó Perez, quien inmigró a Estados Unidos de su país natal de El Salvador en 2004.

Perez y 35 líderes de 13 comunidades fundaron el Proyecto de Asuntos Hispanos en 2005. HAP se diseñó como una organización informativa donde los inmigrantes pudieran recibir varias formas de ayuda y desarrollar habilidades para convertirse en líderes comunitarios.

Esa época fue un momento crucial para el activismo del inmigrante porque millones de ellos habían venido a EE. UU. después de la aprobación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. La pobreza extrema en México duplicó la cantidad de inmigrantes mexicanos en Estados Unidos en la década de 1990. La migración anual de México aumentó a más de 12 millones en su mayor punto, dos años después de la marcha en Grand Junction. Esta llegada de personas desató medidas inmigratorias más estrictas en la frontera.

La marcha de 2006 “fue un momento muy importante porque estábamos conectando con otros”, dijo Perez, quien había iniciado su activismo a favor de los derechos humanos con la Iglesia Católica en El Salvador. “Fue la primera vez que me di cuenta de cuánto estos inmigrantes necesitaban interactuar con otros”.

La población latina ahora está en un nuevo período de crisis con las duras medidas impuestas por la presidencia de Trump para arrestar y deportar a los inmigrantes indocumentados. Desde enero, ha habido numeras redadas en públicos y lugares de trabajo alrededor del país. Inmigrantes sin antecedentes criminales han sido encarcelados; algunos hasta tienen documentos.

La mayoría de los agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) usan mascarillas y no muestran una identificación, y están arrestando a personas en lugares que antes eran neutrales, como en los juzgados (tb. tribunales). Ha habido reportes recientes de agentes de ICE que detuvieron a inmigrantes en autopistas y afuera de tiendas Walmart en el oeste de Colorado, lo cual ha causado inquietud entre las poblaciones inmigrantes.

HAP reconoce que esos temores hacen que sea difícil que los inmigrantes participen en sus comunidades a través de organización civiles y sociales—algo que HAP ha promovido por mucho tiempo. Perez dijo que cree que integrar a los inmigrantes en las comunidades ahora es más crucial que nunca: si los ciudadanos locales entienden mejor las historias de vida de los inmigrantes y por qué vinieron a EE. UU., él piensa que tratarán a los inmigrantes con más respeto y dignidad.

Perez dijo que pedirles a los inmigrantes ahora que participen más en la comunidad es difícil ya que hay más ansiedad. Algunos inmigrantes, incluyendo los trabajadores agrícolas que han estado viniendo a la Ladera Occidental por décadas para sembrar, atender y cosechar cultivos, temen hasta ir al supermercado, y más aún participar en demostraciones públicas como marchas o manifestaciones.

“Estas personas tienen miedo. Quieren ser invisibles”, Perez dijo.

David Harold, un granjero que cultiva maíz, confirmó que las docenas de trabajadores agrícolas migrantes temporales que están trabajando en los campos en el valle de Uncompahgre este año están más asustados y más confundidos sobre la situación política en Estados Unidos.

“Algunos trabajadores han expresado que están deprimidos sobre el estado de las cosas”, Harold dijo.

Jesús, un trabajador agrícola que ha estado trabajando sin un estatus inmigratorio legal en el valle de Uncompahgre cerca de Montrose por 45 años, dijo que definitivamente tiene más miedo.

“Cuando estaba solo, no tenía tanto miedo”, Jesús dijo, “pero ahora tengo familia y estoy muy preocupado por ellos”. Jesús, quien habló en español a través de una intérprete, vive en una pequeña casa rodante en una granja con su esposa y sus tres hijos. No quiso que publicáramos su apellido por su seguridad y la de su familia.

Jesús, un trabajador agrícola en el área de Montrose, Colo., por más de cuatro décadas, camina en algunos de los campos que cultiva el jueves, 24 de julio de 2025. Jesús permitió ser fotografiado pero no quiso que su apellido se compartiera. Fotografía de Luna Anna Archey / enviada especial de The Colorado Trust

Mientras HAP prepara a los inmigrantes para el peor de los casos bajo la mano dura de la presidencia de Trump, la organización también está tratando de continuar con un poco de normalidad. Eso incluye organizar reuniones con integrantes no inmigrantes de la comunidad donde los inmigrantes pueden destacar aspectos de sus orígenes. HAP también organiza reuniones entre agentes de las agencias de seguridad locales e inmigrantes para mejorar las relaciones y aumentar la confianza.

Para reducir el estrés, HAP patrocina noches de karaoke y cenas compartidas. HAP también ayuda a los inmigrantes para que obtengan sus licencias de conducir, se inscriban en clases de inglés, y encuentren servicios de cuidados infantiles.

Perez reconoce la larga asociación de HAP con The Colorado Trust por ayudarlos a desarrollar un enfoque y una estrategia para asistir a los inmigrantes. Durante sus primeros seis años, HAP participó en la iniciativa de Integración del inmigrante de The Colorado Trust. En 2015, HAP fue un beneficiario de la Serie de aprendizaje para la equidad en salud de The Colorado Trust, la cual incluyó participar en pláticas de aprendizaje locales y escuchar ponencias de expertos sobre temas relacionados con la equidad en salud.

Después de muchos años de apoyo y colaboración—incluyendo más de dos docenas de subsidios a HAP desde su inicio—The Colorado Trust otorgó a la organización su Premio John R. Moran en 2016 por un liderazgo ejemplar.  El doctor Ned Calonge, en ese entonces el presidente y director ejecutivo de The Colorado Trust, dijo que los esfuerzos de HAP estaban “ayudando a liderar un cambio duradero en el oeste de Colorado”.

Desde la oficina de la organización en Montrose, la cual se abrió en julio de 2024 y es su primer hogar permanente, HAP también sigue organizando clases de “Conoce tus derechos”, en las cuales inmigrantes y trabajadores temporales aprenden sobre sus derechos como personas sin ciudadanía y cómo prepararse para posibles encuentros con agencias de seguridad u otras emergencias. HAP invita a personas no inmigrantes para que participen y entiendan mejor el temor, estrés y ansiedad que los inmigrantes quizás estén sintiendo.

Perez dijo que HAP también está trabajando para educar a las comunidades e inmigrantes en la Ladera Occidental sobre información errónea en las redes sociales. HAP intenta confirmar o responder a rumores sobre redadas de ICE o la presencia de agentes de ICE en negocios locales. Perez dijo que ha habido reportes de posibles agentes de ICE en vecindarios hispanos que terminaron siendo falsos. (Los presuntos agentes terminaron siendo trabajadores de servicios públicos o del gobierno que no estaban conectados con ICE.)

“La gente tiene nuestros números móviles, y tenemos buenas conexiones con las agencias de seguridad para poder obtener buena información”, Perez dijo. “Los rumores falsos pueden perturbar a nuestra comunidad”.

Perez dijo que HAP trata de ser más proactiva que reactiva en comunidades que incluyen cantidades importantes de inmigrantes en los seis condados en los que ofrece servicios.

“Algunas organizaciones tratan a los inmigrantes como niños. Para HAP, los inmigrantes solo necesitan apoyo para que puedan avanzar hacia adelante”, Perez dijo.

Perez, quien ayudó a fundar el Proyecto de Asuntos Hispanos en 2005, posa para una fotografía en las oficinas de la organización en Montrose, Colo., el miércoles, 9 de julio de 2025. Fotografía de Barton Glasser / enviado especial de The Colorado Trust

Karen Sherman Perez, la esposa de Ricardo Perez e integrante del personal de HAP desde 2018, dijo que más de 100 personas no inmigrantes la han contactado en meses recientes para preguntarle cómo pueden ayudar. Dijo que reconocen que los inmigrantes y los trabajadores migrantes están “que se mueren de miedo” debido a los cambios iniciados por la presidencia de Trump.

Kevin Williams, un activista de la comunidad de Montrose, alabó el trabajo del grupo en una manifestación del 5 de abril en un parque de Montrose. Williams dijo que ahora es el momento para ayudar a despejar temores al ampliar el entendimiento de los derechos constitucionales, y les pidió a los participantes que compartieran esa información para que los inmigrantes estén mejor preparados para defenderse legalmente.

“Nuestros vecinos inmigrantes contribuyen mucho a nuestra comunidad”, Williams le dijo a una animada multitud durante la manifestación. Williams dijo que se subió al escenario ese día en lugar de que un inmigrante hablara porque “muchos no se sienten seguros hablando por sí mismos ahora”.

Perez estaba en la multitud. Dijo que sintió empatía por algunas de las personas con las que ha trabajado por años, incluyendo trabajadores que vinieron al valle de Uncompahgre en los años 1990 y principios de los 2000 y que ahora están alcanzando la edad de retirarse.

Perez dijo que algunos trabajadores inmigrantes no sienten que son integrantes plenos de la sociedad estadounidense. Señaló que no tienen beneficios ni una seguridad social a la cual recurrir. Algunos trabajadores le están diciendo que no les importaría regresar a México; ahora creen que sus vidas serían mejor ahí.

“El resto de mi vida sería más relajada”, dijo un trabajador agrícola cerca de Delta que ha estado trabajando en EE. UU. por casi 30 años. Habló a través de una intérprete y pidió que no se usara su nombre debido a temores de seguridad.

Perez dijo que entiende ese sentimiento, aún después de décadas de trabajar a favor de la equidad racial en su país adoptivo, donde ha conseguido la ciudadanía completa.

“Todavía me pregunto de qué manera encajo en este país como una persona de color”, Perez dijo.

Traducido por Alejandra X. Castañeda

Collective Colorado, una publicación de The Colorado Trust, te permite aprender sobre los problemas de equidad en salud que afectan a las personas en Colorado.